viernes, 6 de abril de 2012

LA ÚNICA REALIDAD SOSTENIBLE

“La realidad la conforma el pensamiento. Fuera de él no hay nada. Lo que no se percibe no existe”

Todo es un discurso. Un discurso que comienza cuando la mente empìeza a pensar y sentir y continúa mientras el cuerpo aguanta. Todo lo demás son entelequias que algunos llaman verdades y solo son obstáculos que impiden el desarrollo de la única sensación perdurable: el bienestar o el malestar. Ambos dependen solo de la decisión. La decisión es unívoca. Es personal. Es intransferible. Entraña hablar para comunicar. Lo demás es silencio. E imaginación.

16 comentarios:

Emilio Porta dijo...

Toda filosofía, todo pensamiento, surge de la necesidad de superar la mera praxis, de ir más allá de lo inmediato. Y todo discurso se configura a través de la palabra. Ella es el origen de la vida humana, de lo que llamamos cultura humana. Está en el principio y el desarrollo de todas las preguntas y de las pequeñas respuestas que nos damos cada día. Incluso en el silencio la palabra se mantiene. Fija, callada, sin ruido. Pero enmarcando y determinando los procesos mentales que configuran nuestra existencia. Y luego, sí, está el cuerpo. Esa estructura que mantiene el pensamiento y que, cuando falla, derrumba todas las preguntas y deja sin valor muchas respuestas. Sin embargo, la mente, como parte de él, se rebela contra el destino y su dependencia. Y aflora en cada una de nuestras rebeliones cotidianas, las únicas que permiten continuar, esperar, vivir.

Old Tree dijo...

Uff, vaya viaje mental a las entrañas de la mente.
No sé... me llevará tiempo el viaje de ida. No sé si encontraré el camino de regreso.

Antes de partir quiero decir:
El pensamiento se asoma a hurtadillas y se atreve a seducir a la palabra. Ésta alza la voz, dejando a la realidad vapuleada bajo criterios ajenos.

Claro, lo que no se manifiesta fuera de nosotros no existe como realidad tangible ni para nosotros ni para los demás.

Madre mia, me pierdo...

Emilio Porta dijo...

En realidad estamos siempre en el camino de ida. Solo, de vez en cuando, se producen pequeñas estancias para respirar, tomar alimento, y volver a caminar hacia lo que no conocemos. Finalmente llegaremos a ese lugar de penumbra y luz, donde ambas cosas son lo mismo. Ese camino de regreso no hay que encontrarlo. Supongo que el tiempo nos lleva a él. En su esencia parece que, aunque no podamos constatarlo, seguramente, con la experiencia última, tiene un único destino conceptual: el Todo y la Nada...que a lo que parece son también lo mismo.
Gracias por tu comentario, Old Tree. Es un buen punto de encuentro y de partida compartida.

carmen fabre dijo...

La memoria, los recuerdos aparecen cuando comenzamos a nombrar , con la palabra, nuestro entorno.

Un abrazo.

Emilio Porta dijo...

Sin lenguaje no hay pensamiento pues toda cosa pensada necesita ser identificada mediante un símbolo, una palabra. Y la memoria utiliza - y necesita - para su desarrollo esa identificación. Sí, sin duda, Carmen. Otro abrazo para ti.

Jesús Arroyo dijo...

Hablar, hablar, hablar... Yo me lo pienso, yo me lo digo y así nadie pierde su tiempo en pensar si es verdad o no, si merece o no la pena...
Bueno, bueno Emilio, este comentario no deja de ser una piradilla.
Abrazo.

María G. Z. dijo...

Qué interesante Emilio...
En nuestro budismo decimos que "la voz hace la tarea del Buda", porque la voz en la palabra es, como dices, el origen. Muchos sutras comienzan "así lo escuché" y a partir de ahí la palabra conduce el pensamiento que ha de compartirse, y que conforma la realidad. La realidad para que exista ha de nombrarse, dar nombre, dar una palabra a lo que percibimos... Que cambia según nuestro propio estado de vida. Por eso nada es sino lo que cada cual percibe según su ichinen (o determinación)...
Me cuesta expresarme así, por escrito, me cuesta "dialogar" sin tener al interlocutor, porque me surgen tantas preguntas...
Gracias por hacernos pensar Emilio, gracias
María

Emilio Porta dijo...

Pues a mi me parece un gran comentario, Jesús...hay, bien es verdad, un excesivo parloteo en nuestra sociedad. Todo el mundo quiere hablar, contar, exponer sus opiniones, sus ideas...y no se escucha. No se atiende ni se escucha demasiado. En general, claro. La realidad, como se demuestra en algunos otros momentos, es que, a veces, sí hay cosas que nos sirven, que agradecemos que se compartan, que nos permiten ver, reflexionar, mirar mejor. Es una sociedad - la occidental - llena de egos donde todo gira alrededor del intento de que nos conozcan, no de conocer. Mala cosa. Porque conocer y aprender es el único modo de conformarnos mejor, de ser.

Emilio Porta dijo...

"La realidad para que exista ha de nombrarse, dar nombre, dar una palabra a lo que percibimos..."
Sí, María, esa es la tesis básica. La que nos trae, desde el comienzo de la Humanidad, hasta aquí. La palabra - el signo, el símbolo, y sus combinaciones - es lo que nos ha permitido el desarrollo de la Filosofía y la Ciencia, la que ha permitido el advenimiento y crecimiento de las distintas culturas que la utilizan siempre como generadora de vida.
El el principio fue el Verbo...independientemente de sus connotaciónes religiosas es, sin duda, una frase definitoria y clara del camino andado desde el comienzo de lo que llamamos seres humanos. Gracias por tu comentario y suscitar aún más cosas sobre lo ya escrito.

Rosa dijo...

Nada existe hasta que no le damos un nombre, así que difícilmente puede existir una realidad previa, si no hemos podido nombrarla. Tal vez eso que “algunos llaman verdades” son realidades mal nombradas para no ver aquello que no desean.

Maravillosa reflexión que resulta interesante, porque a veces obviamos los obvio para no tener que pensar.

Un abrazo corazón, encantada de leerte hoy dos veces

Emilio Porta dijo...

"Le damos nombre..." Sí, ese es el elemento básico para expresar y percibir. Mientras el objeto no está "delimitado" por un símbolo, ni se puede percibir ni transmitir. Sería una impresión vaga e irreproducible. Es a partir de cualquier código de lenguaje cuando se empieza a conformar una realidad que percibimos como existente gracias a los alfabetos orales y escritos, esos códigos universales de los que nos valemos para comunicarnos. Gracias por estar aquí, como siempre, Rosa. Este espacio, siempre de intercambio y reflexión, nunca deja de tener un hueco libre para darle una "vueltecita" más de tuerca al pensamiento. Otro abrazo para ti.

Mila Aumente dijo...

Mas que discurso, yo diría que, cuando la mente empieza a pensar y a sentir, se establece un monólogo interior. Y sí, el bienestar o el malestar es una sensación perdurable pero, además, forma parte de dos realidades:podemos estar alegres (una realidad) o podemos estar tristes (Otra realidad)Haciendo ejercicios de voluntad mental (me refiero a mentes sin patologías serias) podemos decidir que estado de ánimo queremos.

Si no hablamos para comunicar, la mejor opción es estar callado. En cuanto al silencio y la imaginación, a veces, se mezclan convirtiéndose en una sola sensación.

¡Cómo me gustan estos textos filosóficos tan tuyos!

Un besito

Emilio Porta dijo...

Sí es cierto que la voluntad es importante, pero, a veces, la voluntad no basta. Somos química y necesitamos que la dopamina y otros elementos actúen para que el cuerpo reaccione y, con él, la mente. Por ello los medicamentos y determinadas sustancias operan sobre nosotros haciendo que podamos ver la vida de una u otra forma. Tema complejo el del equilibrio orgánico y, por ende, el equilibrio del alma. En fin, Mila, habría tanto que hablar y desarrollar sobre los temas que apuntas...
El silencio. La realidad es que la mente nunca está en silencio. Ahora mismo, cuando escribo, exteriormente hay silencio, pero no hay tal. Estoy "hablando" al escribir, solo que utilizando un código sin ruido. Besos y gracias por esa notita final sobre mis textos :-)


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Anónimo dijo...

"La realidad no es la que es, es la que hay".

Alicia González

Anónimo dijo...

"La realidad no es la que es, es la que hay".

Alicia González

Emilio Porta dijo...

Buena utilización del verbo, Alicia. Esa valoración subjetiva de que lo que percibimos "es lo que hay" es una buena apreciación. El ser no deja de ser un concepto estático y objetivo y, dado que no hay nada "objetivo", sino que todo depende nuestra percepción me parece una buena puntualización. Entre la gente, sobre todo la gente joven, se utiliza mucho, coloquialmente, la frase "es lo que hay". Y sí, esto es lo que hay, para bien y para mal...solo que el modo de enfrentarnos a ello no es el mismo para todo el mundo. De ahí que algunos sean desgraciados con lo mismo que otros son felices. Gracias por intervenir y llegar a mi blog :-)