domingo, 14 de junio de 2009

Reflexión 1

(De Diario de un Sublunar)

“Al final se trataba de un problema de supervivencia psicológica. De que su cuerpo respondiera. Si no lo hacía, su mente no podría tener el soporte necesario y todo se vendría abajo. En esos días el frío le estaba afectando profundamente. Se encontraba físicamente débil, sin capacidad normal de reacción ante las situaciones. Sentía el dolor y la incertidumbre que suponen saber que siempre nos enfrentamos a un problema de supervivencia, de mera supervivencia, y que la Naturaleza es mera sujeción a la Ley del más fuerte. Un documental, doloroso como todos los que nos enseñan esa ley animal, acerca de una leona protegiendo a sus crías y sin poder evitar que una de ellas cayera muerta ante otro león, y el ver cómo, tras llorar y lamer a la cría muerta, igual que un ser humano, la leona iba en busca de comida y esa comida era un antílope, le hizo desear que el mundo explotara de una vez y el Dios creador de esa Naturaleza explotara con él. Africa, Gaza, Israel, la vida, todo se encontraba alrededor de esa dinámica: el hombre como un animal más en busca de ocupar un territorio, un lugar a expensas de los otros. Y la palabra, lo único que podría hacer que compartiéramos las cosas, era utilizada únicamente para defender posiciones y adorar a los propios dioses causantes de nuestra tragedia.”