sábado, 16 de mayo de 2009

Continuidad.

"Nunca andes por el camino ya andado pues conduce únicamente hacia donde los demás ya fueron"

Esta cita de Graham Bell siempre me ha gustado, pues señala que es bueno explorar vias personales de conocimiento y expresión. En Literatura el lenguaje es básico para comunicar las ideas y las sensaciones. Pero cada uno tenemos una forma de utilizarlo. Hoy quiero hacer un homenaje escrito a ese lenguaje, con un poema sobre el mismo.

EL LENGUAJE

Y así vamos todos,
caminando,
tratando de dejar
piedra sobre piedra,
escribiendo
un único poema colectivo,
infinito y eterno,
desde la creación del lenguaje.

Ese poema es la Palabra.
La Palabra que es todas las palabras.
El instrumento al servicio de la idea.
Que es la misma idea,
pues no puede nacer la hija
sin la madre.

¡Oh poderoso lenguaje,
tu eres el Creador!,
pues, desde el miedo y la necesidad,
creaste la conciencia.

Sin ti no hay referencia de lo Humano.
Sin ti sólo somos una mísera especie.
Tan extraña como las otras.
Tan animal como el nombre que les damos.

Es nuestra la Palabra. Es de todos.
En el idioma de cada territorio.
En las formas de cada época.

Nadie puede adueñarse de su uso.
Aunque seamos nosotros,
los arrogantes esclavos de la vanidad,
los que señalemos su valor.

El mamífero herido por el rayo de la Luz,
el ser que habla,
capaz de crear con Ella,
de pensar, vivir, soñar.

Y que, en su dolorosa pretensión de Eternidad,
desea habitarse en su propio instrumento.
Y junta las palabras en sus códigos,
para que el tiempo no le destruya.

Creador, dándose a si mismo la vida,
el Verbo se hace Hombre.

16 comentarios:

Anónimo dijo...

Es cierto, querido Emilio: cada persona tenemos una forma particular de expresar nuestros sentimientos y los que intuímos en los demás. Tú lo haces de una forma tan especial que invita al corazón a seguir sus sueños. ¡Te admiro profundamene como poeta y te quiero como amigo!
Besitos,
Mila Aumente

Anónimo dijo...

Gracias Mila. Es un sentimiento mutuo. Yo tambien te quiero y y te valoro cada día más. El cariño y la admiración se nutre de muchas cosas. Entre escritores, es cuestión de la profundidad, armonía y autenticidad de las palabras, unas dichas, y otras guardadas en el silencio sin sonido del papel (o este espacio sin límites que estamos empezando a explorar). Las tuyas son cada día más cercanas al nivel de calidad que buscas, que buscamos.
Un beso. Y adelante con las intenciones.

Port

Rosa dijo...

Como me gusta leerte... Me alegra que hayas vuelto y encima con algo tan especial... Un beso Emilio.

Anónimo dijo...

Y así nos vamos todos,
tratando de escribir,
piedra sobre piedra,
un único poema colectivo:
eterno y finito.

Ese poema es la Palabra
que es la misma idea,
pues no puede nacer la hija
sin la madre.

¡Oh poderoso lenguaje,
tu eres el Creador!,
Desde el miedo y la necesidad,
tu creaste nuestra conciencia.

Pero sin ti no hay referencia de lo Humano,
sin ti somos una mísera especie
tan extraña como las otras,
tan animal como el nombre que les damos.

Es nuestra la Palabra, es de todos.

Nadie puede adueñarse de ella,
ni los arrogantes esclavos de la vanidad que señalamos su valor.

El mamífero herido por una grieta de Luz,
el ser capaz de crear con Ella.

Juntamos las palabras para que el tiempo no nos destruya.

Creador, dándose a si mismo la vida:
el Verbo se hizo Hombre.

(Un abrazo admirado!!)

Anónimo dijo...

Amigo Emilio:
Gracias por tus comentarios en mi Blog.
La fábula de la Torre de Babel escenificó magistralmente la gran tragedia de la Humanidad,
¡NO ENTENDERSE!

Lo grotesco, lo absurdo, lo estúpido, es que cuando un colectivo se entiende entre si,
un grupo de necios luche por romper ese mágico lazo.
Miguel
Lo de anónimo, ya lo sabes, lo utilizo por
comodidad y precaución

Anónimo dijo...

Gracias, de verdad, a todos...A Rosa y a los anónimos que no lo son tales. Yo también encabezo los comentarios como anónimos y luego firmo a pie de página siempre...Es por obstaculos de las Google account y los precintos previos a la hora de poner comentarios, fijaros si lo entiendo...En fin, aunque no nos veamos, ahí estamos. Gracias a la red. Y a la Casa Común patrocinada por la nueva era de Bradomin. Un abrazo extensivo a todos los que forman parte del proyecto y a los que, sin duda, se unirán a él en el futuro.

Port

Anónimo dijo...

Aunque aparezca como "anónimo", no lo soy. Así figura porque yo no tengo dirección electrónica con la que pueda indentificarme. Soy José Luis Salmerón. Perdóneme si vuelvo, otra vez, a leer sus cosas y a hablar de ellas. Que me perdonen también esos ilustres comentaristas, superiores, que tan bien lo hacen (¡hasta en verso!) refiriéndose a sus textos.
No se lo va a creer, pero estaba enredado, disfrutando, entre "Las sábanas de la memoria y la colcha del olvido" de ese "LUGAR" suyo, tan de todos. Sin embargo, al zarandearme con esa frase, tan célebre y tan cierta de Graham ("Nunca andes por el camino ya andado...")me he desperezado para disfrutar con ese homenaje de música y palabras, de palabras musicadas, que rinde usted al lenguaje.
La frase del escocés Alexander Graham, viene a colación perfecta para recordarnos su originalidad, la suya, Señor Porta. Esa sentencia del famoso logopeda invita a no hacer el camino que hicieron otros. Es lo que hace usted, no ir por donde otros fueron. O, si se prefiere, nadie va por donde usted gusta. Ningún artesano -yo no lo he visto- ha rendido un homenaje a las herramientas que usa para hacer su trabajo cotidiano. Usted, escritor, rinde pleitesía al lenguaje sirviéndose de la palabra. ¿De qué se servirá un pintor para rendir homejane a los colores?
J.L. Salmerón.

Anónimo dijo...

"La Palabra se hizo Emilio y habitó dentro de nosotos".
Solano 1, línea 2.
Un saludo cordial, amigo.

Anónimo dijo...

Gracias, Salmeron, gracias Solano. Ustedes que me aprecian. Se les corresponde en la valoración. Un magnífico crítico - aunque me examine - y un gran escritor.
Saludos.

Port

Javier dijo...

Estimado Emilio:

Ya se que al uso abusivo de la palabra se le puede llamar verborrea. O que tienes algún amigo como yo que no puede pasar de ser un charlatán. Pero quiero que te prodigues más. Siempre te leemos con atención quienes te queremos y admiramos. ¡Anda, escríbenos cosas, que nos gusta pasear por aquí y ver por dónde transcurren tus caminos!Aunque sólo sea para intentar imitarte.
Un fuerte abrazo

Anónimo dijo...

Querido Emilio, haz caso a Javier. Vuelve a escribir pronto en tu blog.Para todos será un placer leerte. Y al menos, para mí, la oportunidad de seguir aprendiendo de un gran escritor.
Un besito.
Mila

Anónimo dijo...

Por el amor de los dioses - dicho sea de paso, te copio y pluralizo, Javier - bueno pues dado que veo que pareceis sinceros, tanto tu como Mila, saldré del relativo tunel - esto va por Milita y...voy a poner otra cosita en el blog, antes de que me aplaste la escasez...Pongo poco - aunque tengo bastante - porque, dado que hay tantos blogs y compañeros hay que dejar espacio y no hay que agobiar, pero vamos...ipso facto.
Un fuerte abrazo a los dos.
Por cierto, esto para Rosa, si lees esto, que sepas que he intentado varias veces poner un comentario en tu blog...pero no me deja. Sólo puedo entrar como anónimo...y parece ser que el administrador no lo permite. Anonimo para entrar...pero con nombre para firmar.
Como ahora.

Port

Rosa dijo...

Un placer charlar contigo ayer y volver a leerte hoy. He pedido a Santiago que haga lo que pueda, para tener el honor de leer alguno de tus comentarios en mi página. Un abrazo

Nelken Rot dijo...

Sin duda, querido Port, has dado en el blanco de un universal: la violencia de la cadena trófica -vs- el don de la palabra frente a la guerras. Coincido contigo que solo diferenciando la idea de la conducta se puede salvar la inercia belicosa del hombre.

Son las palabras, tan queridas por Neruda y tantos otros, las que nos pueden salvar de tanto darwinismo social.

A pleasure to think on your thoughts. ;-D
Nelken

Nelken Rot dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Nelken Rot dijo...

Sin duda, querido Port, has dado en el blanco de un universal: la violencia de la cadena trófica -vs- el don de la palabra frente a la guerras. Coincido contigo que solo diferenciando la idea de la conducta se puede salvar la inercia belicosa del hombre.

Son las palabras, tan queridas por Neruda y tantos otros, las que nos pueden salvar de tanto darwinismo social.

A pleasure to think on your thoughts. ;-D
Nelken