miércoles, 14 de julio de 2010

AVISO PARA NAVEGANTES. PARAGUAS.

Es tiempo de hacer balance. De ir más despacio, de recapitular. Este tiempo pasado nos ha llevado a todos a asentar caminos, a desechar o afirmar vias de exploración. Nos ha llevado a conocernos y respetarnos. Cada uno ha ido colocando en su blog individual sus señas de identidad. Ha habido permanencias y ausencias. Descansos y regresos. La vida es así, continua y discontinua. La palabra es el vehiculo que nos lleva y nos trae en este viaje. No siempre hay combustible suficiente. Ni la idea del destino está siempre clara. Sólos o acompañados, aquí estamos. Este es un aviso de verano. Yo sigo escribiendo y poniendo notas personales, aquí, en este blog, en el de al lado, mi página personal, a un click de aquí arriba, y en algún espacio más. Ahora, hace un momento, que se irá convirtiendo en días asentados, he colocado una referencia al viaje existencial, al rio que nos lleva, en La Nieve, ese foro literario que compartimos varios compañeros de dentro y fuera de Escritores en Red. He puesto allí un capítulo más de "La Espera" - cuyo título estoy tentado de cambiar a Orzeán, el nombre dado al lugar donde busco recomponer y rehabilitar mi definitivo proyecto personal - lo he colocado y dado a conocer en ese querido foro literario creado por mis amigos del País Vasco. Como Kavafis, lo he llamado Itaca. Porque es un nombre mitico. Quizás mi nombre literario, junto con Tabacaria, de Pessoa, más querido. Allí me voy a quedar un tiempo en este mes de Julio, en el que tengo muchas y variadas tareas por delante.
Con esta nota y este aviso...y el poema prometido de Miguel Ortega, paso página.

PARAGUAS

Justo al doblar la esquina
se mostró ante mi la calle principal.
Nunca había llovido como ahora.
La ciudad de inundaba y una fila
interminable de paraguas,
bamboleados por el viento,
marchaba torpemente.

Paraguas y paraguas,
de todos los tamaños,
modelos y colores,
de señoras y hombres.

Era un mar de paraguas,
una inmensa tortuga
con un caparazón
formado por paraguas
de colores.

Y entonces descubrí que los paraguas
flotaban en el aire sin que nadie los sujetase,
completamente solos,
sin ningún ser humano
marchando bajo ellos.

Y solos, los paraguas, recorrían las calles
bajo aquél aguacero torrencial.

Sólos, libres, fugados de sus dueños,
los paraguas avanzan, cantan, bailan,
fornican entre ellos bajo la inmensa lluvia.

Sus dueños, hombres y mujeres,
propietarios de todos los paraguas,
se quedaron en casa agazapados,
por temor a la lluvia y a lo desconocido.

Miguel Ortega Isla.

Miguel Ortega Isla, primer Presidente de Escritores en Red, Asociación Marqués de Bradomín, es un extraordinario escritor, con más de 20 libros publicados en todos los géneros, fundamentalmente Poesía y Narrativa. Es, sin duda, una de las figuras más importantes del panorama literario actual. Es para mi un honor recoger en mi blog uno de sus poemas.

21 comentarios:

Emilio Porta dijo...

Lo prometido es deuda, Miguel. He puesto en mi blog uno de tus poemas favoritos. Tu pones mi poema "Gabardinas"...y yo pongo "Paraguas". Tiempo de tormentas, a pesar del calor. O por el mismo. Tiempo de cambio. De lluvia que limpie la atmósfera y traiga nuevas perspectivas. Yo, mientras, sigo publicando alguna cosa en otros ámbitos. El de creación, pinchando arriba, reflexiones desde mi monasterio particular, Orzeán, aún con plena validez, en mi PAGINA PERSONAL adyancente, el blog 2. Y una referencia mítica en La Nieve, ese foro que vamos afianzando, con el tiempo, demostrando que no hay distancias largas para la red y la amistad. Parece que el verano nos pide una pausa. Que esa pausa sea fresca y nos haga regresar, despues de este tiempo de reflexion y espera, con ánimos y esperanzas renovadas.
Saludos a todos.

Alicia Uriarte dijo...

Gracias Emilio por acercarnos este trabajo de vuestro honorable compañero Miguel.

Es un poema dinámico, en cuanto al movimiento de los paraguas y de la lluvia. Intentando ponerle imagen, podría ser un tapiz multicolor estático configurado por un puzle de piezas a punto de encajar para culminar la obra perfecta, un arco iris en proceso de formación presagio de la calma y del tiempo de amar -me gusta más esta palabra- en libertad. Pena de los que tuvieron acaso el temor más grande, el temor a vivir.

Un abrazo a ambos

Rafael dijo...

Hola, Port.

Fascinante el poema de Miguel, imaginativo, cargado de reflexión y también de realidades de los miedos que nos muerden y nos arañan sobre los días que nos acompañan, nos envuelve con lo cotidiano de la vida y nos introduce en nosotros mismos sobre la selva de nuestros espejismos y nos inunda de las mismas preguntas sin respuestas que atemorizados siempre apartamos hacia el mismo lado como esperando que sean otros las que nos las resuelvan … y tal vez me equivoque en mi parecer, pero entre otros este es uno de los sabores que he recogido del poema de Miguel.

Y de tu exposición inicial en “tiempos de balance” creo hallar diversas críticas bien expuestas entre líneas, eso creo entender “soy humano y me puedo equivocar”, críticas abiertas sin verdugos ni acusados, o simplemente nos dejas un aviso de verano como indicando donde te podemos encontrar, o simplemente haces balance sobre tu propia persona “sabes bien que uno de mis signos de identidad es no querer entrar en polémicas, y no creas que soy de los que se apartan y no tienen opinión sobre lo que se cuece por doquier, solo es que no me gusta no poder terminar lo que empiezo y siempre andaría a medias con todo, por lo que muchas veces prefiero callar y por una vez estar de acuerdo con lo que siempre promulga nuestro compañero de asociación Enrique Gracia “para que hablar de lo que hasta la saciedad otros ya lo hicieron” –palabras arriba y abajo dentro del contexto exacto de un caluroso debate que hubo en esta casa—

Pero sea como fuera querido Port, leerte siempre es un placer, es grato dejarse llevar por tu literatura hasta otros continentes o hasta el barrio de al lado para visualizar bajo otro prisma muy distinto aquello que muchas veces no acertamos a explorar si no somos guiados.

Entrar en tu casa es como asomarse a una de las ventanas del mundo.

Y si en alguna de mis observaciones me equivoco tienes mis disculpas por adelantado.

Un tremendo abrazo.

Rafael dijo...

A Alejandro Pérez García.

He intentado pasar por tu blog en escritores en red para saludarte pero me es imposible dejarte un comentario, pero como la casa de Port es la casa de todos, te mando un enorme saludo. Bravo por esas dos fantásticas fotografías que son la antítesis del antes y el después.

Y muy buena la reflexión que nos dejas sobre la roja y lo que hemos disfrutado con Pepote, un personaje excepcional. anda Alejandro, déjanos tomar algún que otro café con él jajaja

Un tremendo abrazo.

Miguel dijo...

Querido Emilio:

La obtención de un premio que por fin ha llegado,el encargo de un trabajo y las muestras de afecto
que recibes de las muchas asociaciones en las que militas están obrando el milagro de serenar tu espíritu, me congratulo por ello.

Gracias por tu constante apoyo y a Alicia Uriarte por sus simpáticas palabras.

Una amistad como la tuya es uno de los mayores premios que podemos conseguir.

Tengo un proyecto en el que te he incluido, (en realidad sin ti no veo la forma de realizarlo) así que como yo voy a permanecer en Madrid hasta el 27 de este mes, si quieres descansar un poco y que vayamos dando cuerpo al proyecto, podríamos quedar un día y cenar juntos.

En septiembre os comunicaré el gran logro que he conseguido.

Por favor ponte en contacto conmigo cuanto antes.
Abrazos Miguel

Anónimo dijo...

Bueno, por partes. Una serie de consideraciones: bien, sabeis que me he tomado bastante en serio este verano como tiempo de reflexión y cambio y he prescindido, de forma absoluta, del teléfono, por lo que, si alguno ha intentado comunicarse conmigo por este medio, seguro que le ha resultado imposible, ya que no lo cojo ni, en la medida de lo posible, lo utilizo. Pero intentaré, Miguel, ponerme en contacto contigo. Aunque las gracias ya las recibo en tu comentario. No hay de qué. Qué menos. Tú y tu obra os merecéis el máximo reconocimiento.
A Alicia darle las gracias también por apoyar con su comentario el poema de Miguel, un gran poema, sin duda.
Y lo mismo te digo, Rafael. Gracias por expresar tu opinión y acercarte a mi pagina. Sabes que te aprecio y valoro y, aunque tu blog no tiene la frecuencia de entradas de otros, cada vez que pones una, tiene gran interés y valor literario.
Cuando ha puesto Miguel su comentario todavía no estaba puesto el tuyo por eso no te cita. Pero seguro que le ha encantado y le ha hecho feliz lo que dices.
Un fuerte abrazo.

Port

Emilio Porta dijo...

Rafael: Alejandro está fuera de Madrid y no puede poner comentarios ni contextar porque està sin ordenador. Sólo de vez encuando pasa por un ciber, supongo, y cuida un poco el jardin. Otras veces me ha nombrado jardinero pero esta vez piensa que mejor dejar las plantas a su aire, je, je. Te lo aclaro para que lo sepas. El verano...que nos hace querer "recuperar" el tiempo perdido y desear crear nuevas plataformas y hábitos de vida...com ves en mi entrada Orzeán. Sí, el tiempo y el espacio son limitados...pero para eso está la amistad y las actitudes: para comprender que cada uno necesita utilizarlos de un modo distinto...no siempre del mismo modo.
Gracias por lo que dices de mi entrada, de mis textos, de mí...es un apoyo inigualable. Y conforta, realmente conforta. Un abrazo, Rafael.

Mari Carmen Azkona dijo...

PARAGUAS.

Gran poema que nos lleva, con los versos finales, a interrogarnos sobre nuestros propios miedos. Es además un poema lleno de imágenes plásticas. Mientras lo leía he visto, caminando por las calles, un cimbreante dragón chino de alegres colores. Y luego me ha llevado a pensar en quienes portan los paraguas y sus espíritus.
Hay paraguas negros serios y adustos. Los hay formales pero que introducen alguna nota de color. Románticos, serenos y otoñales, alegres y coloridos...¿Cómo son mis paraguas? Tengo uno claro y con flores azules para la primavera y uno más practico en tonos verdes para el invierno. Pero el que quiero y busco, se que existen, es un paraguas transparente. Uno que deje pasar la luz, en el que pueda escuchar el sonido de la lluvia y ver como resbalan las gotas mientras limpian la atmósfera.

Indiscutiblemente Miguel, en nuestros paraguas están nuestros espíritus...no debe extrañarnos que se aburran y nos abandonen para disfrutar de la cuidad bajo la lluvia.

Gracias Miguel por hacerme pensar en los paraguas, no lo había hecho nunca y ha sido muy esclarecedor e interesante.

Y a ti Emilio, gracias por acercarnos la figura de Miguel y por ofrecernos la posibilidad de conocer a un gran escritor de la mejor manera: su obra.

Un fuerte abrazo para ambos.

PD.
“La espera” es una búsqueda existencial. Una búsqueda que podría tacharse de mítica, con grandes titanes que se enfrentan a enormes pruebas, como es la vida misma...y que mejor manera que partir de un lugar con ecos y resonancias míticas : Orzeán.
Me gusta como título.

Emilio Porta dijo...

Gracias por tu comentario sobre el poema de Miguel, que supongo que él apreciará en lo que vale, Mari Carmen. Siempre me ha parecido que las cosas tenían vida propia. Esto es algo que los niños entienden muy bien, por eso no se extrañan de que una casa de juguete hable, ni de que un reloj sonria o se enfade. Estos paraguas de Miguel deciden ser más valientes que sus dueños y campar por sus respetos. Me gusta la metàfora que el autor emplea, me gusta la marcha de estos paraguas.
Y también me gusta la interpretación literaria que le tú has dado al texto. Hay mucho de mito y de rito en el camino de la Humanidad, también en la Literatura. Mito y rito: dos palabras fonéticamente muy cercanas, que nombran dos elementos fundamentales en la existencia.
Y, con respecto a tu nota final sobre mis pequeñas anotaciones literarias en diferentes paisajes, te agradezco mucho tu aportación y comentario. Sí, Orzeán es un buen titulo porque es un bonito lugar.
Un lugar donde la paz habita si intentamos encontrarla.

La Solateras dijo...

Querido Emilio, he tardado en leerte porque no tienes la opción "seguir" que me avisa de que hay un texto nuevo en los blogs. Me alegro de volver a leerte. Y como siempre, buscando nuevas vías y nuevas formas de encuentro. Mi gratitud por todo lo que haces en favor de la literatura y de los que aspiramos a ser considerados escritores.

Un beso y bienvenido.

Anónimo dijo...

Miguel, me gusta la prosopopeya utilizada en este poema. A partir de ahora trataré con más respeto y mimo a mis paraguas...no vaya a ser que se marchen de picos pardos.

“Sus dueños, hombres y mujeres,
propietarios de todos los paraguas,
se quedaron en casa agazapados,
por temor a la lluvia y a lo desconocido”.

Buen final que nos hace reflexionar y analizar los miedos que conviven con nosotros.

Emilio, Itaca al igual que Orzeán son dos lugares preciosos.
Itaca: “La Itaca que nos empuja en el viaje siempre se encontrará en nuestro corazón y en nuestra mente”.
Orzeán: “Un lugar donde la paz habita si intentamos encontrarla”.

Un abrazo, maestros.

Toñi

Anónimo dijo...

Mi gratitud por lo que haces tú también Ana, por la literatura, por todos nosotros. Sólo la cooperación y el apoyo de los que sentimos la vida literaria como la vida real puede hacer que salgamos adelante en el empeño de conseguir que la vida no sea un árduo camino en su transcurso. La Literatura no es nada si no vemos al escritor, al ser humano que esta detrás, o al menos a su pensamiento. Este es el empeño. Pero debe ser fluido, no forzado. Porque, repito lo que decía Bob Dylan: la vida es siempre superior al arte, porque éste no es mas que parte de ella.

Port

Anónimo dijo...

Gracias, Toñi, qué bello comentario...gracias por la parte que me toca y que comparto, en esta ocasión con Miguel. Casi te hablo en nombre de los dos...aunque no desespero de que el ator del poema entre, alguna vez más, a visitar sus "paraguas". Que yo he intentado ofreceros porque es un bello poema...que se acerca a mi mundo también, un poco al de todos los que pensamos "que -como decia aquél gran cantautor del siglo XX, Pablo Guerrero - tiene que llover, tiene que llover...a cántaros".

Port

Aster Navas dijo...

Refrescante este poema de Miguel que se deja guiar por el agua. Balsámico, conciliador.
Gracias, Emilio.

Anónimo dijo...

Y también nos hace pensar, Aster. Como toda Literatura que se precie.
Un abrazo.

Port

Emilio Porta dijo...

Para cualquier comunicación directa con Miguel Ortega Isla os ruego os dirijais a su dirección de correo personal. Saludos.

Emilio Porta dijo...

Aunque el blog de Miguel Ortega Isla no se encuentra, actualmente, encuadrado en la Blogsfera, se puede acceder a él tecleando directamente su dirección blogger.

Enrique Gracia Trinidad dijo...

¿Ya no se puede comentar en tu blog? En esta entrada sí pero en la última no? ¿Algún problema?
Abrazo.

Anónimo dijo...

Cuestiones de salud y coyuntura...Enri. No me encuentro bien estos días y prefiero dejar el comentario a "vistas"...En cualquier caso, Orzeán sigue abierto...ya sabes que combino ambos blogs. Final de verano...y necesidad de poner en orden algunas cosas, empezando por mejorar mi estado físico...sólo eso realmente. Un abrazo.

Port

Anónimo dijo...

Thanks :)
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Emilio Porta dijo...

De nada, my dear friend, aunque no has firmado. Espero que todo vaya bien.