lunes, 30 de junio de 2014
ANÁLISIS A LA LUZ DE LAS SOMBRAS
“El pan se desmigaja, el polvo se acumula, ni siquiera permanece el primitivo ocaso… Solo la raíz indestructible de la añoranza, el rastro infructuoso de la memoria, las señales de que todo lo existente dejó huella, aún diminuta, pequeña, imperceptible a veces. El tiempo se ha adueñado de la vida. La luz, nacida con el universo, vuelve circularmente hacia las sombras. Todo está viviendo, muriendo, transformándose. Incluso la constancia tenaz del pensamiento... anclado, fugazmente, en la corriente de la llamada Historia”
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8 comentarios:
Emilio, afortunadamente queda en nuestra memoria todo aquello que ha significado algo a lo largo de nuestro paso por la vida. Eso nos permitirá volver sobre los caminos recorridos en momentos de sombras para poder vislumbrar de nuevo algún rayo de luz que continúe alumbrando nuestro camino.
“Toda la vida es un instante. Un instante dividido en más instantes que forman una cadena de sucesos que solo existen al permanecer después en la memoria. Solo la memoria confiere realidad al pasado. Y solo en ella se mantiene la amargura o la felicidad de lo vivido”
(De El amuleto de Emilio Porta)
Un abrazo.
Querida Alicia: No podía empezar a ser acompañada esta entrada con un mejor comentario que el que has escrito. Gracias infinitas. Por lo que dices, por la cita que añades de mi novela, por comprender tan bién el significado del texto. Y gracias también por el envío del libro con tu texto, por seguir ahí, en el intento de que el camino de la vida esté acompañado por las letras y las intenciones. Aunque vives lejos nuestra amistad data ya de años. Y en ellos hemos compartido cosas que nos han unido y han mantenido el reconocimiento y el afecto. No olvidaré nunca tu foto de Corales, ese libro tan querido por mí, cuando se editó y tú le hiciste una foto a la orilla de los mares, con el nombre, el título, dibujado en la arena. No olvidaré tampoco tus intervenciones y crónicas en La Nieve, tu estar ahí, al lado de los que queremos, al lado de los que lo necesitan. Que el verano te traiga lo mejor de tus sueños, ya que, al parecer, los de la mayoría de la Humanidad siguen amenazados por el hambre y los disparos. A veces uno siente que solo pueden cumplirse fugazmente en las pequeñas islas que la vida permite. Un abrazo grande y muchas gracias de nuevo.
Análisis a la luz de las sombras (1)… y yo diría que también muero porque no muero, como tú. No me gusta nada, nada, pero nada nada esta luz de sombras que no puedo ver con estos ojos de tiempo. El pan se desmigaja, y yo diría porque todo esto tiene mucha miga. El polvo se acumula, y yo diría porque no se escribe lo suficiente. Ni siquiera permanece el primitivo ocaso, y yo diría que es mejor que haya más ocasos, así todos podremos morir al-gún día… Solo la raíz indestructible de la añoranza, y yo diría, permanece, y nos da mucho por… qué pensar, ¿qué pensabas? El rastro infructuoso de la memoria, y yo diría que los rastros nunca son inútiles, siempre hay alguna nariz que lo huele, por ejemplo ésta. Las señales de que todo lo existente dejó huella, aún diminu-ta, pequeña, imperceptible a veces, y yo diría está aquí mismo, de-lante de tus dedos, mis dedos, los de él o ella, sobre el teclado. El tiempo se ha adueñado de la vida, y yo diría que la vida es la dueña del tiempo, tanto que se lo ha inventado, que sin ella, él es nada. La luz, nacida con el universo, vuelve circularmente hacia las sombras, y yo diría sí, vuelve dando tumbos de angustia, dibu-jando circunferencias que son los anillos de oro y brillantes de las mismas sombras. Todo está viviendo, muriendo, transformán-dose, y yo diría incluso este texto que va siendo cada vez menos uno y su alma y más otros y sus almas. Incluso la constancia te-naz del pensamiento... y yo diría, anclado fugazmente en la corrien-te de la llamada Historia, para que no la repitamos nunca más exactamente igual.
(1) Los textos en cursiva son de Emilio Porta.
Tú eres capaz de sacar un libro - un libro dialéctico en este caso - a partir de una pequeña iluminación de un escritor amigo. Y es que tu alma de escritor no solo monta en tu bicicleta, esa bicicleta a la que has puesto de nombre Quimera ( qué bonito, por cierto y qué significativo ) sino que camina, vuela, en tus líneas escritas, esa inmensa obra que te pertenece y compartes con nosotros. Porque es tu modo de enlazar tu interior y el mundo, tu modo de dibujar la vida. No te puedes estar quieto... a pesar de que viajar no siempre depende de las intenciones, sino también de los avatares de la existencia. Esa simbiosis entre pedaladas físicas y mentales te hace ir siempre más allá. No te hace falta la bici para ello, aunque, ella sea compañera, testigo, y, además, un símbolo. Mi amigo Santiago Solano... Escritor... y grande. Como te he dicho tantas veces, no solo de segundo apellido. Gracias por leer y por seguir subiendo peldaños. Aún con esguinces, tuyos o de los que quieres. Los esguinces imprevisibles de la existencia.
(El comentario anterior borrado era este, solo que había un error que he corregido)
Querido Santiago: añado. Me gusta verte con esa fuerza y esa energía positiva. Aprender en la fugacidad para amar los anclajes libres y deseados. Lo poco que podemos elegir está en la mente. Luego, al escribir, al crear, somos traductores - algunos privilegiados - de los sueños que se esconden en la gran y misteriosa nebulosa de la existencia. Y, también, portadores de la luz que en ella habita
Emilio yo sólo quería decir que este texto tuyo me gusta mucho.
Pero ya sabes, mis palabras me traicionan, se me escapan...
A propósito querría pedirte permiso para convertir el comentario anterior en una entrada en mi bitácora, que queda más... no sé, comprensible.
¿Puedo?
Un abrazo.
Por supuesto, Santiago, encantado. Un abrazo :-)
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