“La realidad la conforma el pensamiento. Fuera de él no hay nada. Lo que no se percibe no existe”
Todo es un discurso. Un discurso que comienza cuando la mente empìeza a pensar y sentir y continúa mientras el cuerpo aguanta. Todo lo demás son entelequias que algunos llaman verdades y solo son obstáculos que impiden el desarrollo de la única sensación perdurable: el bienestar o el malestar. Ambos dependen solo de la decisión. La decisión es unívoca. Es personal. Es intransferible. Entraña hablar para comunicar. Lo demás es silencio. E imaginación.