miércoles, 25 de noviembre de 2009

De mi cuaderno de notas...

“Nadie que tenga un mínimo de sensibilidad y humanidad puede llevar encima, como simple adorno, una piedra de miles de dólares cuando hay seres humanos que con la milésima parte del valor de esa piedra podrían comer un día”

“La vida sólo puede ser comprendida mirando para atrás, y sólo puede ser vivida mirando hacia adelante”

"Nosotros nunca somos los mismos, como diría Neruda. En cada instante somos una persona diferente. Seria interesante que leyéramos algunas obras y tratados filosóficos sobre el yo como motor, impulso y referencia. Y que sepamos distinguir el yo positivo del “ego” vano y distanciador"

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12 comentarios:

Emilio Porta dijo...

Para pasar la página de Noviembre, antes de que acabe, he pensado poner unas frases que no tengan mucho que explicar y quizás tampoco mucho que comentar. Alguna, algo que pensar. Ya que estoy más en momento de reflexión que de creación o acción, he supuesto que este era un buen modo de finalizar la carrera de comentarios propiciada por mis buenos amigos Mari Carmen y Alex ( gracias a los dos, no por la carrera, sino por vuestra amistad y apoyo al poner un poco de sentido del humor para romper el panorama que se había puesto demasiado serio ) en la entrada anterior.
Ahora mi proposito es dedicar unos días a terminar una serie de trabajos pendientes y dejar las frases ahí. Quizás si hubiera algún comentario lo conteste en el momento. O quizás más adelante, a la vez. Eso lo haré, más tarde o más temprano, como lo hago siempre. Veremos como se presentan la situación y el tiempo, esa entelequia que dicen algunos fisicos que no existe...pero que es una apabullante realidad en la percepción de cada día.

Anónimo dijo...

Ningún físico que se precie puede afirmar que las entidades que se pueden estimar como fantásticas no existan. Nuestro planeta es, simplemente, un hábitat en el que se han dado unas circunstancias que han desembocado en un tipo de vida, de existencia, que no tiene porqué ser igual a la que se haya originado en otros muchos planetas, en los que de existir un tipo de vida, sería tan diferente a nosotros que supondría entidades muy diferentes. Los científicos saben que, efectivamente, hay unos planos de existencia fuera que nuestra mente no es capaz de asimilar: seres (llamemos seres a todo aquello con vida que no tiene porqué ser como los humanos) que viven en fumarolas a más de 400º centígrados o en el interior de rocas lejos del tan necesario oxigeno y a presiones atmosféricas imposibles de concebir para la vida. Vida que se da en aguas sulfúricas, como las Rio Tinto, por ejemplo. Yo me adelanto y pienso que puede existir vida dentro de lo que nosotros llamamos energía, no tengo problema en afirmarlo, pues es algo a que la ciencia pronto podrá corroborar. La vida es algo que el hombre determina que ha de ser, con sus principios genéticos y biológicos, y quizás haya seres que pasaron esa etapa y estén dentro de esa entelequia tan increíble de la que hablamos. Pero a lo importante, yo creo que te debes afianzar en lo que mas conoces y te agrada. No sé por qué te encuentras en ese momento de reflexión, que normalmente, permíteme el atrevimiento, supongo que es un tránsito problemático de algún tipo: trabajo, familia, amigos, en fin cualquier cosa que nos pese en la mente más que lo querríamos. Leer a personas que como tú se abren a los demás con sencillez y conocimiento es una satisfacción.
Un abrazo.

Salvador Ramís

Anónimo dijo...

Emilio, el mundo es tan complicado que hasta ahora, que yo sepa, nadie ha sabido explicar el por qué de sus diferencias sociales. No sé si todas esas personas cargadas de millones, que existen en él, carecen de sensibilidad o simplemente cierran los ojos ante tanta injusticia. Yo estoy muy lejos de todos ellos y en todos los sentidos. Sin embargo, si todos los que tenemos una vida cómoda prescindiéramos, aunque fuera minimamente, de esa comodidad, la miseria en el mundo se reduciría considerablemente.

Es cierto que, si miramos para atrás, vamos colocando cada suceso como si se tratase de un puzle; una vez colocadas las piezas, comprendemos que la mejor salida, o tal vez la única, es mirar hacia el horizonte.

"Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos". ¡Cuánta verdad hay en estas palabras! Puede ser que el momento y las circunstancias nos "obliguen" a comportarnos de diferentes maneras. No obstante, en nuestro interior, siempre está aquel que siempre hemos sido.

Creo que el "EGO" desmedido tiene mucho que ver con la inseguridad personal. Estoy convencida de que nadie es más que nadie, o dicho de otra manera: todos somos necesarios y ninguno imprescindible. Particularmente, no me afectan ni hechos ni dichos de personas engreídas, o sea, de los que padecen ese mal que espero no me contagien nunca, aunque a mi edad jajaja, creo que no existe esa posibilidad. Sé quien soy y el suelo que piso, aunque a veces me sienta perdida en él. Ya sabes, Emilio... Los humanos y sus contradicciones.

Besitos.

Mila

Alejandro dijo...

Querido Emilio:

En primer lugar decirte -ya lo sabes- que la amistad no se agradece, se corresponde; tú lo haces con abundancia y calidad.

Y ahora, pedirte que sigas sacando notas como estas a tu cuaderno. Así nos recordarás que debemos entrar en nuestro espacio más íntimo para ver ese "yo" conciliador que todos llevamos dentro; luego, oteando entre la realidad más próxima, descubriremos las miserias del arrabal y, quizá, nos daremos cuenta de que muchos prójimos no tienen que comer mientras otros tiramos la cena. Así nos olvidaderemos del ego, de todos los egos, y no esperaremos tanto de los demás a cambio de nada.

Descansa, hermano, y no salgas a responder ni a preguntar quién viene.

Un abrazo

Alex

Mari Carmen dijo...

Tras caminar por una cripta junto al errante espíritu de D. Alonso, he dejado al “yo soñador” junto al gnomo del ayer y se ha acercado hasta tu casa el “yo indignado “ ante tu primera frase.
¡Cómo no estarlo! Viendo todo el dinero que se gasta en armamento, en satélites espías, en regios eventos y, sin embargo, se cuestionan el gasto que ocasiona llevar ayuda humanitaria a alguno de los países que sufre hambre, guerras, catástrofes...
Quiero que sepas que por el camino no me he tropezado con ningún “ego”, sólo magníficos “yoes interiores”, que están aquí para empujarte hacia delante, como bien dices en tu segunda frase.

Un beso.

Alicia dijo...

"Es difícil prescindir de lo que creemos que nos correponde,
ya que paramos para analizar lo que les corresponde a los demás"

"La vida sólo puede ser vivida construyendo, lo mejor que sepamos, el puente del día de hoy que es el que nos lleva del pasado al futuro"
Si no somos capaces de construir el puente con fortaleza, habremos de recurrir a los amigos para que nos ayuden.

Lo más importante es lo que queremos ser. Los que nos rodean son el espejo para ver si lo vamos consiguiendo.

Javier dijo...

Estimado Emilio:
Andar, andar es lo importante y mas aún sabiendo que estamos de paso. Todo quedará reducido a nada y ni siquiera dejaremos el ego como herencia. Este trajín sólo será si en ese camino hemos descubierto alguna verdad. Aunque llevamos millones de años y de almas intentándolo.
Un abrazo y no medites tanto que me vas a volver loco.

Alica dijo...

Emilio, igual tú puedes corregir y añadir un NO al paramos de la primera frase de mi comentario. Con esa omisión involuntaria no tendría sentido la frase
Gracias

Nelken Rot dijo...

Pasean las sangres de visones y diamantes.
Pasean lejos de aquí, las sangres
de las minas y las armas.
El petróleo se desploma y hay quien
sufre por la caída de Dubai.

Paraísos de sangres que poco tienen
que ver con la vida.

Y en su paseo de visones y diamantes lucen una supuesta calidad de vida.

Anónimo dijo...

Quizás no venga a cuento pero he encontrado unas reflexiones sobre la vida y la cotidianidad en un libro en la Biblioteca de Adelaida, y me ha parecido interesante enviarlas desde aquí, donde la temperatura es cálida, a vuestro frio Noviembre. Tendrían que haber sido incluidas en la entrada anterior, pero da igual, todo se mezcla en el tiempo y en la existencia. El libro es de Arthur T. Spencer, un autor australiano de mitad del siglo XX y son frases de su Diario.
"Deja que todo fluya, deja transcurrir la existencia sin esperar el porvenir, sin intentar traerlo, pues, si algo esperas, irás muriendo poco a poco en esa espera, en ese transcurso. Nada es nunca como uno cree o desea que vaya a ser..." "Es como si la vida, a veces, fuera una continua amenaza, una persecución inútil de la paz y la tranquilidad"
"Vivimos en lucha permanente con la Naturaleza…y parece ser que también con la sociedad..."
"A veces el cansancio interior te destruye por dentro..." (o yo lo he traducido así,"Sometimes you are tired inside and this feeling destroys your soul")...
Me ha parecido interesante esta idea de la necesidad de no vivir en la angustia de la espera, en la necesidad de la realización. Porque, si las cosas no se consiguen, por situaciones que no dependen de solo nosotros sino de las propias circunstancias de la existencia, el viaje queda roto si la meta era el objetivo. Es el tema de Itaca, del poema de Cavafis, que tantas veces ha salido en este blog.
Bueno...quizás todo esto me lo ha sugerido la segunda frase, y verte un poco bajo de moral, Port.

David

Rosa dijo...

La vida casi siempre es "NO comprendida" Emilio y me temo que si miramos atrás, aún la entendemos menos, pero lo que sí me gusta es vivir mirando solo hacia adelante y me gusta que lo hayas escrito.

Un beso

Anónimo dijo...

“Estimados, queridos amigos: por una vez voy a contestar a vuestras palabras en conjunto. Han pasado muchas cosas, pasan muchas cosas cada día. Unas buenas, otras menos buenas, unas las esperamos, otras no, y , de vez en cuando, hay que tomarse un tiempo de reflexión . Todos lo hacemos o deberíamos hacerlo para intentar no equivocarnos en el futuro respecto a lo que pensamos, hacemos o decimos. Es evidente que, si pensáramos antes de actuar, si estuviéramos atentos a los signos que la misma vida nos ofrece, cometeríamos menos errores. Aunque, como dice una canción, yo creo que nada es un error, aunque nos equivoquemos, si con los errores, como dice el refrán, aprendemos. Al fin y al cabo es lo que es la vida: un continuo camino de aprendizaje. Me he refugiado en un cierto silencio, como en otras ocasiones y en diferentes momentos lo han hecho otros compañeros, primeramente por trabajo, y después como necesidad de reflexión. Uno de vosotros, mi buen amigo Manuel MC, me recomendó, indirecta y veladamente, hace tiempo, que no escribiera tanto, que quintaesenciara lo expresado, lo pensado. Y se que lo hizo de corazón.
Para mi escribir es como hablar, mejor dicho, creo que escribo mejor que hablo.
Pero esto pertenece a la idiosincrasia personal de cada uno. Malos tiempos para la lírica, dice otra canción. Y así es. Malos tiempos para la bondad, para el intento de ser honestos, malos tiempos para intentar ayudar a otros y ayudarnos a nosotros mismos.
Es Diciembre. Ese mes aparentemente tan alegre para unos pero en realidad tan triste para la mayoría.
Diciembre en nuestro hemisferio es un mes frío, que hiela por dentro y por fuera. No son las Navidades mi época favorita desde luego. Pienso en la gente que no tiene nada, en las personas que están solas sin querer estarlo, en la falsa alegría de estas fiestas, salvo para los niños, que poco saben de la vida. Y aún así, no para todos los niños.
Hoy es 1 de Diciembre y quiero contestaros a todos con una renovación de ofrecimiento de amistad y afecto a los componentes de la única casa de palabras en la que tengo blog, que es mi habitación en el aire. Y voy a contestaros poniendo una entrada. Un poema publicado en mi libro Diario Despertar, un poema que, además, gracias a la generosidad de varios buenos amigos, está en You Tube. Pero hoy voy a dejar constancia de él en letra impresa en la red. Por si, como dice Enrique, alguien lo lee y piensa que, al fin y al cabo, no somos tan distintos”

Port